miércoles, 16 de noviembre de 2011

Hijo, no me funciona internet

Comentaba recientemente que una de las peores frases a las que un informático se enfrentará a lo largo de su carrera es el famoso y temible ¡hola! ¿tienes un momentito?. Detrás de esa pregunta inocente, suele haber intenciones insidiosas y crueles; de hecho, en el diccionario oficial "Gorrón - Informático, Informático - Gorrón", la expresión se traduce por: ¡Hola! Vengo a endosarte un marrón, uno de los gordos.
En todo caso, la experiencia hace que después de algunos años, se nos desarrolle un sexto sentido que permite detectar las intenciones del interlocutor casi antes de que se levante de su silla, en la otra punta de la oficina. Así, una vez identificado el peligro, se puede hacer uso de algunas de las mejores defensas de las que dispone el gremio, como el infalible y sutilmente chantajista lo siento tío, si no arreglo esto nos quedamos todos sin Internet.
Pero, ¿qué sucede cuando el enemigo está en casa? ¿qué sucede cuando el golpe viene del lugar más inesperado? Entonces es cuando te enfrentas a la peor frase, a la más letal... Todo comienza con el teléfono de casa, que suena justo cuando te dispones a cenar mientras ves Informático Busca Esposa. Descuelgas el auricular y escuchas al otro lado:
- Hijo, no me funciona Internet...
¿Pensabas que tu madre, después de la jubilación, se dedicaría a hacer punto y ver la telenovela? Te equivocabas, amigo mío... tu madre se dedica a chatear, a reenviar PPTs, y a bajarse música de los años sesenta.
- ¿Qué pasa mamá? - preguntas mientras miras con melancolía el solitario sandwich que te espera sobre la mesa.
- Pues nada, que quiero mandarle unas fotos a mis amigas y esto no funciona.
- ¿Dónde están las fotos, en un pendrive?
- No, no, no, yo no tengo de esas cosas raras. Eso lo tendrás tú, que te gastas todo el dinero en cacharritos y no ahorras nada.
- Pues entonces ¿dónde tienes las fotos, mamá? - piensas que quizá está intentando conectar directamente la cámara con el cable USB y el PC no reconoce el dispositivo, o puede que haya extraído la tarjeta de memoria...
- Me las echó tu hermana al pincho el otro día.
En el segundo diccionario más utilizado del gremio, "Progenitor - Informático, Informático - Progenitor", echar significa copiar de un medio fijo a uno extraíble, y pincho se traduce por pendrive.
- ¡Ah!, vale. Y el ordenador reconoce el pincho, ¿no?
- Yo qué sé hijo, me imagino que ya se conocerán de otras veces...
Das por perdida la cena y la anestésica programación de la TV. Además, la solución de emergencia sinoloarreglonohayinternet no surtirá efecto con tu señora madre, no sólo porque le de igual si te funciona o no Internet, sino porque te conoce mejor que nadie y sabe cuándo estás mintiendo, hasta por teléfono. Y no le gusta que mientas.
De pronto, la idea feliz acude en tu ayuda iluminando tu rostro taciturno, y propones:
- Oye, mamá, ¿y si me invitas a cenar y yo te arreglo el ordenador?
- Claro hijo, te hago un caldito y una tortillita francesa, ¿quieres? ¡Pero ven abrigado que hace mucho frío!
Miras el sandwich de jamón y tranchetes por última vez; coño, ¡cómo no vas a querer!
- ¡Ah! - suspiras en el coche de camino a casa de mamá -, si la gente de la oficina supiera al menos preparar caldo y tortilla...

2 comentarios:

  1. ¡Muchas gracias María Jesús por darme buenas ideas!

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  2. Gracias a ti por deleitarnos con tantos buenos momentos y por darme una pista para la próxima vez que en la oficina tenga que acudir a tu mesa, voy a dejar a tu madre en mantillas, voy a llevar la tortilla pero de patatas y acompañada con unas croquetas. ¡Toma ya!

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